domingo, 11 de marzo de 2012

Un cuento para cuando estan malitos

Un cuento para cuando están malitos

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Un cuento para cuando están malitos
 El otro día una de las Hadas nos escribió pidiéndonos si conocíamos algún cuento de niños que tenían una gripe o un resfriado. Hemos encontrado esta historia preciosa de P.P. Sacristán y queríamos compartirla con vosotras para que podáis contársela a vuestros hijos cuando estén resfriados y aburridos en casa. Lo bueno de este cuento es que podéis ir variando los síntomas según la enfermedad que tenga para que vuestro hijo se vea reflejado en el niño de la historia…
 
Había una vez un niño que se enfermó. Tenía que estar todo el día en la cama sin poder moverse mucho. Tenía fiebre, tos, muchos mocos y a veces le dolía un poco la tripa. Y como estaba malito, no podía ir al colegio porque sino se podían contagiar los otros niños. Como los niños no podían acercarse a él, le daba mucha pena, y empezó a dejar pasar los días tristes, mirando el cielo a través de la ventana. El quería jugar con sus amigos, quería ir al colegio, pero su madre le explicaba que debía quedarse en casa para curarse bien. Pasó algún tiempo, y cada día estaba un poquito más triste, hasta que un día mirando por la ventana vió una extraña sombra fuera: era un pingüino comiendo un bocata de chorizo, que entró a la habitación, le dio las buenas tardes, y se fue. El niño quedó muy extrañado, y aún no sabía qué habría sido aquello, cuando vio aparecer por la misma ventana un mono en pañales inflando un globo. Al principio el niño se preguntaba qué sería aquello, pero al poco tiempo, mientras seguían apareciendo personajes locos por aquella extraña ventana, ya no podía dejar de reír, al ver un cerdo tocando la pandereta, un elefante saltando en cama elástica, o un perro con gafas que sólo hablaba de política ... Como seguramente nadie le creería decidió que no se lo contaría a nadie, aquellos personajes siguieron viniendo a visitarle todas las tardes y el niño cada día estaba un poquito mejor y además más contento y en muy poco tiempo la fiebre, los moquitos y la tos desaparecieron y pudo volver al colegio. Allí se volvió a encontrar con todos sus amigos, y les contó las cosas tan raras que había visto. Entonces, mientras hablaba con su mejor amigo, vio asomar algo extraño de su mochila. Le preguntó qué era, y su mejor amigo le dijo que no era nada. Cuando su mejor amigo entró a clase dejó su mochila en el suelo y finalmente pudo ver el contenido de la mochila:
 
¡¡Allí estaban todos los disfraces que había utilizado su buen amigo para intentar alegrarle mientras estaba malito!!
 
Y desde entonces, el niño decidió que él tampoco dejaría que otros niños se sientan solos o tristes… ni siquiera un ratito.
 
¿Y vosotras que cuentos les contáis a vuestros hijos cuando están malitos? ¿Cuál es su cuento favorito?

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